Hace cincuenta años, las casas estaban rodeadas de árboles y vegetación. Especialmente las que se situaban en los pueblos y zonas rurales, gozaban de naturaleza a su alrededor. Sin embargo, actualmente en las ciudades esto resulta un problema y este calentamiento global es uno de los mayores problemas a los que nos enfrentamos en la actualidad.
En este sentido, tal y como se expone en este reportaje de la revista ADmagazine, implementar techos verdes en las ciudades es la solución ideal para intentar detener el inminente colapso climático, de forma más o menos eficaz y coherente. Estos techos verdes, todavía poco utilizados, pueden paliar el efecto de isla de calor urbano y representan una medida importante para construir una ciudad con temperatura regulada.
Las cubiertas verdes en lo alto de los edificios de las ciudades suponen una pequeña implantación, pero con unas consecuencias muy positivas, pudiendo llegar a ser un medio muy eficaz para combatir la crisis climática mundial. Una solución sencilla, pero que puede ser la esperanza del planeta y de la arquitectura sostenible.
Ejemplos de esta arquitectura sostenible en las ciudades
En países como Alemania, estos techos verdes aumentan cada año, pero todavía el 90% de las cubiertas siguen sin estar ocupadas por vegetación.
En contrapartida, destaca la región DACH, que es pionera en este campo de los techos verdes. También Hamburgo está a la cabeza en la instalación de techos verdes: el 70% de los nuevos edificios que tengan que renovarse han de ser verdes.
Asimismo, Basilea y Austria son lugares en los que se ha aprobado incluso una ley para que los tejados sean cada vez más verdes.
Las cubiertas y techos verdes son el futuro de las ciudades. La única opción de poder vivir con calidad de vida en las grandes urbes. Contribuyen a gestionar mejor el agua de lluvia, a reducir el efecto de las islas de calor urbanas, y a mejorar la calidad del aire. Es muy fácil empezar y los beneficios son muy grandes.