Según se expone en este artículo, los áticos están dejando de ser tan atractivos como eran.
El aumento de las temperaturas provocado por el cambio climático hacen que estas viviendas sean auténticos hornos en las horas en las que más incide el sol. Por tanto, hay que recurrir a un mayor gasto energético poniendo más horas y a menor temperatura el aire acondicionado para poder vivir confortablemente en ellos. En el reportaje, se pone de muestra un ático en Vigo, que tiene un clima atlántico, a priori bastante más fresco por naturaleza que el resto de España. De ahí que sea urgente poner medidas para paliar estos efectos.
Pues en París está ocurriendo algo similar, pero multiplicado por mil. Los tejados de la ciudad son de zinc, y las temperaturas propias de los últimos veranos hacen insoportable la vida en las casas. Por ello, se han visto obligados a buscar soluciones para poder sobrellevar estos veranos.
Sin apenas antecedentes de este calor
París tiene en sus registros una mortífera ola de calor en el año 1911. Se alcanzaron los 40º a la sombra y las altas temperaturas provocaron más de 40.000 muertos en 70 días. Dejando este antecedente, ya hay que irse a 2019 para que la capital gala volviese a alcanzar temperaturas extremas y fallecieron 1.500 personas.
Pero París no solo tiene el problema del cambio climático por el que las temperaturas están aumentando de manera exponencial. La ciudad de las luces tiene el 80% de sus edificios cero preparados para este calor. Los techos de zinc hacen muy difícil la vida en el interior. Este material se utilizaba en el siglo XIX.
Por su precio y su resistencia a la corrosión y el fuego. Pero actualmente se ha quedado obsoleto. Y tal y como explica Jeff Goodell en este reportaje, los mismos techos que en el siglo XIX resultaban maravillosos, ahora son «mortales«, y pueden llegar a alcanzar temperaturas de hasta 90º en pleno verano. «Y como las buhardillas de los pisos superiores no estaban aisladas, ese calor se transfiere a las habitaciones de abajo» añade.
Opciones para poder vivir los verano parisinos
Obviamente esto hace imposible que se pueda vivir en estos edificios. Pero son muchos edificios con estos techos. No es cuestión de modificar dos o tres tejados, sino que requeriría de una reestructuración importante de los edificios. Por ello, se han buscado diferentes alternativas.
Entre ellas, se ha propuesto cambiar el color de los tejados o incluso su fisionomía. De todas las opciones que se han planteado esta última es la más interesante para nosotros. Plantea reconvertir las cubiertas de edificios en espacios verdes.
La empresa que aspira a reconvertir los tejados de París en espacios verdes pretende con ello reducir las temperaturas y mejorar la calidad de vida de los vecinos. Todo con ayuda de estructuras de madera que sirven de soporte a espacios en los que cultivar vegetales, mejorar la retención del agua de lluvia y calidad del aire y reforzar la biodiversidad urbana. «Supone una forma de desbloquear las posibilidades de los edificios», explica Eytan Levi, cofundador de la compañía.
Por tanto, París es otro ejemplo de gran ciudad que ya baraja las cubiertas verdes como solución a las consecuencias del cambio climático.