Las cubiertas verdes son una tendencia arquitectónica muy demandada. Estéticamente, los edificios lucen mucho más vistosos, pero es que además mejoran la eficiencia energética. La estética, en este caso, se une a la perfección con la lucha por mitigar el cambio climático.
En este sentido, cuatro edificios de Arroyomolinos, en Madrid, van a ser los pioneros en instalar cubiertas verdes en propiedad. Edificios que pertenecen a la Comunidad, en concreto a la Agencia de Vivienda Social. En concreto se ubican en la parcelas Ciudad Jardín y cumplen con las condiciones estructurales y climatológicas que requieren estas instalaciones.
La Consejera de Medio Ambiente, Vivienda y Agricultura, Paloma Martín ha declarado para el diario El Mundo que «se trata de un proyecto pionero para que las viviendas sean más eficientes energéticamente. Gracias a los techos ecológicos se mantiene una temperatura constante en el edificio y se reduce el gasto de energía eléctrica».
¿Por qué colocar cubiertas verdes en las azoteas?
Y es que las cubiertas verdes de los edificios son una solución perfecta para luchar contra el cambio climático y conseguir una mayor eficiencia energética. Favorece que siempre haya una temperatura más estable, por lo que se producen menores variaciones climáticas, y favorecen un menor uso de la electricidad, reduciendo el consumo en torno al 10%.
También mejora la huella de carbono y, en los edificios que cuenten con placas solares, mejora su rendimiento, por lo que son totalmente compatibles. Así que puede ser una gran opción apostar por ambas cosas: placas solares y cubiertas verdes. Una fórmula perfecta para tener un edificio sostenible y eficiente.
No se puede olvidar que con un jardín en la azotea la calidad del aire mejora de manera considerable y también el ruido ambiental se reduce. Incluso, es posible instalar huertos, por lo que hasta el edificio puede tener sus propios productos ecológicos. Por lo que hay numerosas ventajas añadidas.
Es por ello que los jardines en las azoteas están en plena tendencia. No solo hablamos de estética, sino de mejoras reales en la sostenibilidad y calidad de vida. Cada vez son más los nuevos edificios que los instalan, pero es viable en muchos de los que ya están construidos. Solo es cuestión de valorarlo. Sin duda, es una manera ideal para paliar los efectos del cambio climático, ahorrar energía, auto abastecerse de frutas y verduras ecológicas y ser cien por cien sostenibles.
¡Vamos a cambiar el techo de Madrid y llenarlo de cubiertas verdes!