Los productos ecológicos de proximidad, o también denominados de kilómetro 0, siguen una serie de normativa para poder ser calificados como tal. En concreto, son aquellos que se han producido bajo la normativa europea de alimentos ecológicos y solo pueden transportarse un máximo de 100 kilómetros desde su lugar de procedencia.
Este tipo de productos están cultivados bajo un tipo de agricultura orgánica o también llamada bio. Ésta prohíbe el uso de cualquier tipo de plaguicidas, pesticidas, fungicidas químicos, ni fertilizantes sintéticos o transgénicos. Se respetan los ciclos propios de la naturaleza de manera que se nutran de la propia tierra.
Beneficios para todos
Por tanto, consumiendo este tipo de productos se benefician todas las partes. Fomentar este consumo es bueno para la salud, para la sociedad y para el medio ambiente.
Por un lado, el propio consumidor es el principal beneficiado, ya que al final está alimentándose de productos de mejor calidad, que se han cultivado en su momento justo y sin haber sufrido ninguna alteración. Pero también es una forma de contribuir a que los pequeños productores tengan unas mejores condiciones de trabajo. Por último, es una manera de proteger el medio ambiente y reducir su impacto negativo. No solo por no utilizar productos químicos, sino también porque se reducen los transportes, por lo que también se contamina menos.
Cómo fomentar el consumo de productos ecológicos
Todos podemos poner nuestro grano de arena para fomentar el consumo de los productos ecológicos de proximidad.
En primer lugar, comprando en establecimientos en los que se vendan estos productos. suelen llevar la etiqueta o el distintivo “eco” o bio”. Es habitual que sean pequeños comercios, pero también hay algunos espacios en supermercados más grandes.
Pero es que es posible tener productos ecológicos en tu propio edificio. Más de proximidad, imposible. Instalando un huerto urbano en la azotea. Es una cubierta verde, pero lo que plantas son verduras, frutas u hortalizas. De esta manera conseguirás más beneficios. Por un lado, todas las ventajas que ya conlleva la implantación de una cubierta verde. Pero, además, si lo que se planta son productos de alimentación, tendrás frutas y verduras ecológicas al alcance de tu mano.
Como ves, tienes la posibilidad de fomentar la mejora del medio ambiente al mismo tiempo que podrás consumir los mejores productos para ti y tu familia. ¿A qué esperas para tener tu huerto urbano en tu edificio?